Calle Fernando Ruano

 
 
 

 

Subiendo la calle de Sor Ángela de la Cruz, frente a las escaleras de la Calle teniente Rueda,
comienza la calle, llamada hoy de Fernando Ruano Prieto, en recuerdo de dicho señor, conocido, pues lo era, como Barón de Velasco, que fue diputado en cortes y que vivió en la casa que existía al final de la acera derecha, en sentido ascendente.
Esta casa era un pequeño palacete, decorada con gusto, con azulejos de los llamados de cuerda, con un patio central acristalado y en ella se encontraba   el despacho de estilo árabe, que hoy lo es del alcalde o alcaldesa del Ayuntamiento de Arjona en cuyo edificio se encuentra ubicado.
Esta casa fue adquirida por el ayuntamiento en 1928, siendo alcalde D. Santiago de Morales Talero, para instalar en él, el cuartel de la Guardia Civil, la vivienda del comandante de puesto y dos escuelas con viviendas para los maestros, pasando después a ser un grupo escolar bastante destartalado, pero suficiente para las necesidades del momento. También se instaló, en la parte que daba a la calle María Luisa Ortiz, un albergue que llevaba el nombre de "Nuestra Señora de los Dolores", consistente en varias habitaciones en las que vivían familias de escasos medios económicos.
Esta calle, anteriormente se había llamado de la Soledad, en honor a la Virgen de la Soledad, que recibía culto en la ermita de San Nicolás, al final de la calle del Sol, imagen esta que era venerada por la cofradía de los nobles de Arjona o cofradía de la Vera Cruz.
En un inventario de la parroquia de San Juan de finales del siglo XVI, copiado por D. Santiago de Morales,  y que fue publicado en lo sección "Papeles Viejos" del periódico Arjona, dice que el origen de la Hermandad de la Virgen de los Dolores, está en esta cofradía de la Soledad, y fue fundada el tres de Junio de 1748, con el nombre de Confraternidad de Nuestra Señora de los Dolores.
Como se ve claramente, nuestra actual patrona la Virgen de los Dolores, se llamó con anterioridad, Nuestra Señora de la Soledad, como la venerada en San Nicolás.
El viejo edificio de la casa del Barón de Velasco, fue derruido y estuvo como solar durante un buen tiempo, hasta que en su lugar se construyó un parque, que es lugar de descanso y solaz de los vecinos de aquel barrio durante las calurosas noches del estío y las agradables tardes de la primavera.