Al final de la calle Puerta de Jaén y en la confluencia de ésta con la Plaza de Bernardo López, arranca la calle Puerta de Mengíbar, que está trazada a lo largo de una, alta, prolongada y estrecha meseta, flanqueada por dos hondos barrancos; los barrancos de la Cantera, pues parece haber habido allí unas canteras de piedra arenisca. La calle termina en un camino, que en rápida pendiente llega hasta la, tan renombrada, Cruz de los Pajaricos, por haber habido en dicho lugar una cruz desde donde partía el camino de Mengíbar y Baeza por el puente conocido como La puente de Baeza, sobre el arroyo Salado, a cuatro kilómetros de Arjona, y el camino nuevo de Jaén. No hay datos exactos de que en dicho lugar pudiera haber una puerta propiamente dicha, por estar muy cerca de la de Jaén y por ser un lugar llano de fácil acceso; no obstante, cabe la posibilidad de que la muralla llegase hasta donde se juntan los barrancos y en tal caso sí sería posible que existiera en ella una puerta más, por ser un lugar más seguro de defender. Al final de esta calle, existe en la actualidad una escombrera, que ha cambiado totalmente el aspecto de este lugar ya que se ha producido un ensanche al rellenar gran parte del barranco sur.