RESUMEN DE SEMANA SANTA

 ARJONA 2003

 

Viernes de Dolores.- A pesar de que las condiciones atmosféricas no han sido tan buenas como se deseaba
por parte de la Hermandades que han procesionado esta Semana Santa en Arjona, sí han sido lo suficientemente benevolentes como para que los problemas para que la salida de los desfiles procesionales se pudieran llevar a cabo con relativa normalidad.

Como ya comentábamos en su día, el Viernes de Dolores se vio pasado por agua y la procesión se interrumpió al llegar a San Martín donde tuvo que refugiarse de la tenue lluvia que caía pero que aconsejaba no seguir para no poner en peligro la imagen y especialmente el manto, dándose la circunstancia de que era la primera vez en que esta imagen entraba en San Martín; allí permaneció hasta el domingo en que se procedió a terminar el segundo tramo tras la fiesta de la Entrada de Jesús en Jerusalén.

 

 

Miércoles Santo.-

 


Aunque el tiempo, meteorológicamente hablando, había sido malo el lunes y el martes, el   miércoles, sin embargo mejoró sensiblemente, lo que posibilitó la salida de la procesión del Santísimo Cristo de la Flagelación, Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista.

La procesión salió a las nueve y media de la noche y permaneció en la calle hasta las tres menos cuarto de la madrugada.

Pese a que la noche era desapacible, y la procesión demasiado lenta, hubo una expectación por encima de lo que se suponía, tanto a la entrada como a la salida.

 

 

 

Jueves Santo.-


El mejor día, desde el punto de vista de la meteorología, fue el Jueves Santo, ya que fue el


primero que no hubo que mirar al cielo a la hora de sacar la procesión de Santísimo Cristo de la Expiración Señor de la Misericordia a la calle.

Un día de sol que presagiaba una noche serena como así fue, una noche de Jueves Santo, templada y serena.

La procesión salió a las once de la noche y se encerró a las dos menos cinco, un desfile procesional lleno de recogimiento y silencio que contagiaba a todo el que la presenciaba. Tuvo la particularidad de pasar por el paseo de San Martín, cuando todos los años anteriores ha dado la vuelta al Parque del General Morales

 

 

Viernes Santo.-

    


La mañana del Viernes Santo se presentaba también propicia sin temor a que la lluvia pudiera hacer acto de presencia.

La procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que salía a las once de la mañana, y se encerraba bien pasada las dos de la tarde, fue una multitudinaria manifestación en la que participaron, aparte de los nazarenos de N.P. Jesús, gran cantidad de devotos de la Virgen de los Dolores, que la estuvieron acompañando durante el trayecto, una procesión multitudinaria que contó con la presencia en las calles de numerosísimo público.



En la tarde del Viernes Santo, a las diez de la noche salía la Procesión General con tres pasos, el de las Marías, tras el descendimiento de Jesús, otro con la Virgen del Mayor Dolor y por último Jesús Yacente o El Santo Entierro, como se le conoce aquí. Una procesión a la que asistió el Ayuntamiento en pleno y que contó con la asistencia de miembros y Juntas de Gobierno de las distintas hermandades.

Esta procesión sufre el problema endémico de su organización, ya que al no depender de una hermandad concreta está un poco desgobernada y casi siempre hay que improvisar sobre la marcha lo que provoca problemas que no son deseables a la hora de la salida; a pesar de esta anarquía, la procesión sigue saliendo cada año, hasta tanto se organice debidamente la Junta de Cofradías o bien se constituya la propia Hermandad.

 

 

Domingo de Resurrección.-


Como cierre y broche de oro a esta Semana de Pasión, el domingo, y sin ciertos reparos, salía la procesión del Resucitado, tras unas primeras horas lluviosas que indicaban que no sería posible este desfile procesional.

A partir de la terminación de la fiesta Religiosa celebrada en San Martín, previa a la procesión, se abrieron unos claros en el cielo que invitaban al optimismo, por lo que se decidió la salida, pero antes de terminar la calle del Sol y cerca de San Juan, la comitiva procesional hubo de acelerar su marcha para evitar que la lluvia que caía pudiera dañar la imagen, y cobijarse en San Juan.

Tras unos momentos de indecisión, y abrir de nuevo el cielo, la procesión continuó sin problemas hasta San Martín.