Fue un acto sencillo, en la línea de esta Hermandad, pero cargado de emoción y sentimientos profundos para todas las personas que viven de cerca el caminar de esta asociación y que sabían de la satisfacción que suponía, no solo para la directiva, sino para toda la Hermandad en general, el poder contar con este espacio propio donde hacer tangibles los sentimientos de unión entre sus miembros.

Tras la celebración del acto del quinario, nuestro capellán D. Pablo L. Armero García junto a nuestro querido paisano, fray Joaquín Pacheco, acompañados de la Junta de Gobierno y Hermano Mayor  se trasladaron a la casa-hermandad para proceder a su inauguración y bendición.

A la llegada había numerosas personas esperando, pertenecientes a la propia hermandad de la Expiración, como también al resto de hermandades de pasión, invitadas a este acto.

Antes de la bendición, tomó la palabra el Presidente, Fernando García Pérez, para agradecer la presencia de todas las personas que habían asistido para acompañar a la Hermandad en este importante momento de su historia, posteriormente manifestó la satisfacción, no solo como presidente de la Junta de Gobierno, sino como hermano, por ver hecho realidad este momento, que dijo “no es el fin de un camino, sino el principio de un proyecto tan deseado como necesario, para el desarrollo de la vida de la Hermandad”, ofreciéndola a la comunidad cristiana de Arjona, para cuando fuese necesario; también la brindó  a cualquier persona o asociación que en algún momento la necesite. Agradeció también la colaboración de todas las personas, que de alguna forma, han participado y colaborado para que el momento que se vivía hubiese sido posible.

Una vez bendecida, los asistentes pudieron visitar el resto de dependencias, que dentro de su modestia y austeridad, son suficientes para las necesidades que en la actualidad tiene la Hermandad.

Para terminar, se ofreció una copa a los asistentes, que permanecieron durante bastante tiempo, celebrándolo y charlando con los miembros de la Junta.