A pesar de que el viernes fue frío y desapacible, el sábado despertó la mañana con un sol resplandeciente y unas temperaturas agradables. Los cohetes desde muy temprano anunciaban la festividad del patrón de los agricultores. Eran las siete y media cuando el primer toque de campanas anunciaba la fiesta religiosa en Honor a San Isidro Labrador. Se da la coincidencia que este año debido a las obras de la Parroquia de San Juan Bautista todos los actos se han llevado a cabo en la Parroquia de San Martín, donde anteriormente también se celebró esta festividad el año 1983 debido a las obras del pavimento de San Juan.

A las ocho y media la imagen de San Isidro aparecía por el umbral de la puerta de San Martín y se colocaba en el atrio a la espera de que la larga comitiva de carrozas, carruajes, tractores con aperos, caballistas, etc.  Iniciaron el recorrido que desde la primera carroza hasta la llegada de la imagen de San Isidro fue una hora y cuarenta y cinco minutos. Un acompañamiento excepcional que hizo dar un engalanamiento a una procesión en la que se repartieron unos 3500 cantos con bacalao y habas durante todo su trayecto. Una vez llegados al Paseo Nuevo se procedió a la bendición de los campos y de nuevo vuelta hacia la parroquia de San Martín. Una vez encerrada la procesión, comenzó una verbena popular en el Paseo y donde todos los asistentes disfrutaron de cerveza y vino costeados por la propia Hermandad y varios donantes de nuestra localidad.

La explanada del paseo se convirtió en un hervidero de carrozas y caballistas que disfrutaron de barbacoas y buena música hasta altas horas de la madrugada.

Su Hermana Mayor, Brigida Jiménez Herrera, expresaba su alegría y agradecimiento a todo el pueblo por el gran acompañamiento y buen funcionamiento de la procesión.