CASA PALACIO DEL DUQUE DE LA TORRE

 

La casa palacio que fue perteneciente al pueblo, fue donada al general Francisco Serrano Domínguez, en la actualidad propiedad de los herederos de la familia Contreras-Pérez de Herrasti. Se trata, según especifica el profesor Domínguez Cubero, de un edificio de solemne prestancia, con fachada apaisada dividida por cornisa en dos niveles y siete ejes en vertical; en el central está la portada de piedra, muy sencilla, con platabandas, seguida de balcón sobre zapatas, flanqueado con la heráldica de los moradores; lo restante lleva grandes ventanas en lo bajo y balcones en lo superior. En estructura y disposición ornamental sigue la estética del neoclasicismo que pudieron infundirle sus posibles arquitectos, Vicente Serrano Salaverri o bien José María Cuenca, los dos que anduvieron por aquí dirigiendo el proyecto de la Casa Municipal. Es de planta rigurosamente simétrica al eje axial, donde se alinean los vanos de acceso organizándose en orden centrípeto a un patio adintelado de columnas toscanas, que montan en plintos muy en la estética academicista de Juan Antonio de Villanueva y Montes (1739-1811).

A destacar la escalera, tipo imperial, dispuesta a la derecha del vestíbulo y cubierta con una hermosa media naranja sobre pechinas, decorada en el interior con hilos radiales de hojas de laurel, y un copulín o linternario en la clave, muy en línea con la del camarín de la iglesia de las reliquias. En la segunda planta destaca el vestíbulo con gran chimenea de cuerpo paralelepípedo, decorada en relajado clasicismo de orden corintio, con cabezas de héroes de la Antigüedad en el dintel del fogón y enrededor, vanos adintelados cerrados con portaje guarnecido con clavazón de bronce, que parece aprovechado destacando las alguazas y aldabas diseñadas con grafía manierista. Al fondo se halla el oratorio, presidido por una serliana, con hornacina en el vano central, todo alineado con el vestíbulo, desde donde es posible presenciar los actos religiosos. Esta casa palacio no puede ser visitada en su interior por estar habitada por sus propietarios.